Al igual que muchas personas que perdieron su empleo o debieron repensar la forma en que generarían ingresos para sus hogares, por la falta de trabajos en Guatemala, los abuelitos heladeros, como se les conoce a quienes vendían paletas de sabores y helados cremosos en zonas céntricas de la capital, guardaron sus carretas en un almacén, debido a que son un grupo de población vulnerable a padecer serias complicaciones de salud si se infectan de coronavirus.
Prensa Libre Guatemala